En París, antes y después de la nostalgia

La nostalgia: Es el recuerdo triste de un tiempo pasado que fue mejor, es la añoranza de los momentos vividos que no volverán es la morriña que viaja en el tiempo.
La nostalgia llega cuando un olor nos lleva al pasado pero también se busca en el callejero de una gran ciudad a la que se vuelve como turista cuando ya se jugó en sus cambios.
La nostalgia se hace grande cuando nos devuelve a la infancia y cuando en ese callejero de París encontramos el nombre de una calle por la que tanto pasamos.
Y la fuerza de la nostalgia nos lleva a metros y buses para encontrarla, y allí está el cartel de una calle para el que también otros tiempos fueron mejores y junto a él l´École élémentaire donde mi madre vivió París.
La nostalgia llega cuando un olor nos lleva al pasado pero también se busca en el callejero de una gran ciudad a la que se vuelve como turista cuando ya se jugó en sus cambios.
La nostalgia se hace grande cuando nos devuelve a la infancia y cuando en ese callejero de París encontramos el nombre de una calle por la que tanto pasamos.
Y la fuerza de la nostalgia nos lleva a metros y buses para encontrarla, y allí está el cartel de una calle para el que también otros tiempos fueron mejores y junto a él l´École élémentaire donde mi madre vivió París.
5 comentarios:
Es bonito compartir las nostalgias de aquellos a quienes queremos :P Mi padre nos llevó a la calle dónde nació y al pueblo de mis abuelos, fue un viaje curioso por los recuerdos de otras personas, que al final conforman mis raíces.
Hoy es un día triste por las nostalgias que se quedaron pendientes de llegar. Me encantó tu historia, y me imagino a tu madre. ¡¡Ojalá algún día yo reciba desde París una postal firmada por las dos!! :)
mmmm... te prometo que si volvemos juntas lo haré. Ahora tengo pendiente llevarla al sur de Francia, donde también vivió unos meses y que es la causa de su amor por las mimosas: su florecer, su color y su olor...
Jajaja.... leí mimosas, pero asimilé babosas. ¡¡Ya me extrañaba!!
Jajaja.... leí mimosas, pero asimilé babosas. ¡¡Ya me extrañaba!!
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