martes, mayo 04, 2010

La nostalgia de Marian


La Nostalgia en Sus Manos





Cuando tenía tres años me enseñó esos cuentos que solo cuentan algunos hombres sabios...
Cuando tenía cinco años... derrochó horas y horas de su vida en enseñarme a sentir el "pique" en la caña de pescar cuando el pez valía la pena.

Cuando tenía diez, me llevó sus tardes de verano a ver atardeceres al mar... las puestas de sol mas maravillosas que una niña pueda soñar... Me enseñó de humildad... de tener una huerta en el fondo de casa para poder sumar al pescado recién traído del mar, y alimentarnos con sus manos... Me enseñó del amor sincero... Me enseñó del mejor refugio cuando no existen palabras...su silencio.

Cuando tenía 20 años, compartió en silencio mis momentos más dificiles... Me guardó un lugar en sus rincones para que cuando los necesitara me escondiera en ellos. Me llevó muchas tardes más a pescar.. con su valija de madera vieja y su cuchillo casi consumido por la sal...

Cuando tenía 25 me enseñó sobre la incondicionalidad de amar a una mujer... Me enseñó de cómo caminar juntos a orillas del mar significa también compartir las malas pisadas... La cuidó hasta el final... cuando solo le quedó despedirse de un amor de casi 50 años para intentar vivir su vida solo...

A los 30 años...me enseño que se puede volver a empezar siempre, sin olvidar los viejos caminos, a los cuales uno vuelve cuando por sinceridad, hay que dejar lugar a la nostalgia...

Porque la memoria, su memoria a veces parece confusa... y siento que el tiempo es tirano para tenerlo conmigo....

Por eso mi homenaje es A SUS MANOS.

A Rosendo Villa Gonzalez
Mi abuelo

2 comentarios:

Yordhana dijo...

Que hermoso que es aprender cuando hay amor de por medio. Nadie tiene tanta paciencia y amor como los abuelos; y nadie causa tanta admiración.

Caleidoscopio dijo...

Sin duda, la mejor historia sobre la nostalgia. No era fácil. La emoción de tu abuelo me deja sin palabras. Gracias Marian.