La intuición es pura explosión de seguridad silenciosa.
La intuición se vive, se siente, pero no se ve, y hasta se puede mantener disfrazada.
La intuición (como la procesión) va por dentro, y acaba reflejándose en algún rincón.
La intuición es soñar despierta mientras subes los escalones de El Cielo donde vas a compartir más que unas fotos con alguien aparentemente inalcanzable.
La intuición es saber que mientras algunos datos básicos no cambien, no mejorará ni el hambre en el mundo ni el nivel de mi azúcar.
La intuición es no creer en falsos milagritos; es saber que algunos actos siguen sin valer para nada; es tener que esperar a que las ilusiones de alguien se acaben desplomando.
La intuición es descubrir que poquito a poquito ese fantasma se le esfumó, y también es saber que te dirán que sí a esto y a lo otro.
La intuición es saber que te van a responder un mensaje que escribiste con todas tus mejores intenciones y con las palabras más claras.
La intuición es tener los pies en la tierra, para saber cuándo hay que volar.
La intuición también es poder ver los colores de otro color, y saber distinguir el auténtico color del interior de cada un@...
Marthazul
Vilagarcía de Arousa octubre 2010
1 comentario:
Me encanta tu definición de intuición, en especial la de seguridad silenciosa. Últimamente he pensado mucho en ello, como siempre una inspiración. La verdad que existe antes del pensamiento :)
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